CARIES RAMPANTE: Boca de Metanfetamina. Características


Los profesionales encargados de la atención de la salud dental deben estar conscientes de que el consumo de la metanfetamina se ha generalizado en los EE.UU. 


El atractivo de esta droga es que es barata, fácil de hacer y que la sensación de euforia ('high') dura mucho más que con la cocaína crack (12 horas frente a una hora para la cocaína).



Además de ser un potente estimulante del sistema nervioso central que puede causar daño cerebral permanente, el uso de la metanfetamina también se ha asociado con graves efectos sobre la salud bucodental. Los profesionales de la odontología deben estar conscientes de los efectos de la metanfetamina sobre la salud bucodental y de las consideraciones sobre el tratamiento para los usuarios de esta droga.

Nombres de la calle para la Metanfetamina

Met, Tina, Hielo, Tiza, Crank, Fuego, Vidrio y Cristal

Descripción de la droga
La metanfetamina se puede fumar, inhalar, inyectar o tomar por vía oral. Por lo general, es un polvo de sabor amargo que se disuelve fácilmente en las bebidas. Otra forma común de la droga es como un cristal transparente y grueso. Esta es la forma conocida como "hielo" o "met cristalina" y se fuma de una manera similar a la cocaína crack. La metanfetamina también puede presentarse en forma de pequeñas pastillas de colores brillantes. Las píldoras a menudo se conocen por su nombre tailandés, yaba.


Mecanismo de acción
La metanfetamina estimula la liberación, y bloquea la reabsorción, de los neurotransmisores llamados monoaminas (dopamina, norepinefrina y serotonina) en el cerebro. Afecta varias áreas del cerebro: el núcleo accumbens, la corteza prefrontal, y el striatum.

Efectos Cerebrales
Al alterar el nivel de los neurotransmisores en el cerebro, la metanfetamina produce una sensación de placer y euforia. La metanfetamina es una neurotoxina y un estimulante potente que también puede causar edema y hemorragia cerebral, paranoia y alucinaciones. Los efectos a corto plazo incluyen insomnio, hiperactividad, disminución del apetito, aumento de la respiración y temblores. Los efectos a largo plazo pueden incluir adicción psicológica, accidente cerebrovascular, comportamiento violento, ansiedad, confusión, paranoia, alucinaciones auditivas, trastornos del estado de ánimo e ideas delirantes. El consumo de metanfetamina puede causar finalmente una reducción de las monoaminas del cerebro, lo que puede afectar el aprendizaje.

Efectos sistémicos
Con dosis elevadas puede haber un aumento tanto de la presión sistólica como de la diastólica debido a estimulación cardiaca. Además, la metanfetamina puede producir arritmias. Otros efectos sistémicos incluyen: dificultad respiratoria, hipertermia, náuseas, vómitos y diarrea.


Efectos bucodentales
Los efectos bucodentales por el uso de la metanfetamina pueden ser devastadores. Algunos informes han descrito la presencia de caries rampantes que se asemejan a las caries tempranas de la infancia y que se conocen como "boca de metanfetamina". Esta se caracteriza por un patrón de caries específico y a menudo severo que con frecuencia puede observarse en la cara vestibular de los dientes y en las superficies interproximales de los dientes anteriores.

Las caries rampantes asociadas con el consumo de la metanfetamina probablemente son causadas por una combinación de cambios psicológicos y fisiológicos inducidos por la droga que terminan produciendo xerostomía (boca seca), amplios períodos de mala higiene bucodental, consumo frecuente de bebidas gaseosas azucaradas y el acto de rechinar y apretar los dientes. Algunos informes también han sugerido que la naturaleza ácida de la droga es un factor que contribuye a su cariogenicidad.

El uso de la metanfetamina
Según la Encuesta Nacional de 2008 sobre Uso de Drogas y Salud,  el número de los usuarios de metanfetamina el mes anterior disminuyó en más de la mitad desde 2006 a 2008 (de 731.000 a 314.000). El número estimado de recientes nuevos usuarios de metanfetamina entre las personas de 12 años de edad o más también se redujo a 95.000 en 2008 desde un máximo de 318.000 en 2004. El promedio de edad de los nuevos usuarios de metanfetamina entre los 12 y los 49 años en 2008 fue de 19,2 años, lo que no fue significativamente diferente a los promedios de edad entre 2002 y 2007.

Los traficantes han dirigido agresivamente sus actividades a las zonas rurales con el fin de escapar al cumplimiento de la ley, y el mayor uso se encuentra en el oeste, suroeste y centro oeste de EE.UU.


De lo que el dentista debe preocuparse:

► De las caries de avance muy rápido en adolescentes y en adultos jóvenes.

► De un patrón específico de caries en las superficies bucales lisas de los dientes y en las superficies interproximales de los dientes anteriores.

► Del aspecto desnutrido en los usuarios excesivos, debido a que la metanfetamina se comporta como un supresor del apetito.

Lo que los encargados de la atención de salud dental pueden hacer cuando sospechan el uso de metanfetamina:

Hacer un examen bucodental completo que incluya la toma de una minuciosa historia médica y dental.

Expresar su preocupación por los resultados del examen dental.

Si el paciente es receptivo a la idea de hacer una consulta médica, usted debe tener a mano el número de teléfono de un médico local, de una clínica, o de un centro de rehabilitación para drogadictos y debe estar familiarizado con su protocolo, de manera que pueda explicar al paciente lo que le espera.

Use medidas preventivas como los fluoruros tópicos.

Estimule el consumo de agua en lugar de bebidas gaseosas que contienen azúcar.

Tenga cuidado al administrar anestésicos local, sedantes o anestesia general, óxido nitroso, o al recetar narcóticos.

Aproveche de educar a sus pacientes sobre los riesgos asociados con el uso de la metanfetamina o de cualquiera otra droga ilícita.

Fuente: ada.org


Dentística