Halitosis, palabra latina que significa halitos (aire respirado) y osis (alteración patológica), mal aliento, o estomatodisodia, está definida como aliento ofensivo para otros.
A través de la historia se ha demostrado en diferentes culturas la importancia del mal aliento, siendo hace más de dos mil años en los judíos, una razón por la cual un marido podía divorciarse de su mujer. O en el islamismo, se enfatiza la importancia del siwak (un aparato especial para limpiar la boca), recomendando usarlo durante el Ramadán para prevenir la halitosis.
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Corresponde a unos de los motivos de consulta más frecuente de los profesionales que trabajan con la cavidad oral, como los odontólogos u otorrinolaringólogos. No debe olvidarse que frente a este diagnóstico, deben plantearse diagnósticos diferenciales de otras enfermedades: extraorales, sistémicas o psicológicas.
La mayoría de las personas sufre este problema en algún momento de su vida, más del 30% en mayores de 60 años, siendo muchas veces otras las personas que hacen ver al paciente de su problema (58% son informados por otros). Se ha visto que las mujeres se dan más cuenta de su problema, pero es una patología más frecuente en hombres.
