PDF: Restauración postendodóntica en conductos radiculares amplios


Gracias al auge que tiene la implantología en la actualidad y al aumento del porcentaje de éxitos de la misma, los clínicos ahora, antes que intentar prolongar la vida del órgano dental afectado en la cavidad oral, prefieren realizar una extracción.



Siguiendo los cánones de la odontología conservadora, ponemos a consideración una técnica que puede ayudar, como última opción, a mantener dientes tratados endodónticamente, antes de llevar a cabo su extracción.

Esta técnica ya ha sido propuesta y debidamente investigada por algunos autores. Esta propuesta se aplica a dientes con conductos radiculares amplios, los cuales se han debilitado por restauraciones deficientes, desmineralización de la dentina, por filtraciones en la corona y poste radicular o simplemente conductos amplios en pacientes de corta edad. Tenemos la firme convicción que no podremos garantizar la permanencia de un órgano dental en la cavidad oral, pero sí podemos intentar alargarle su permanencia en el alvéolo.


Por eso damos a conocer la técnica de rellenar previamente el conducto con ionómero de vidrio de alta densidad. Este material dental tiene un módulo de elasticidad similar a la dentina, lo que aumenta su integridad y mejora la técnica al colocar un poste con menor cantidad de cemento o al emplear un poste demasiado amplio.

Introducción

Hace más de 250 años, Pierre Fauchard resaltó la necesidad de cementar los postes empleados para la retención final de las coronas protésicas. Desde la década de los 70 del siglo pasado, se cuestionaba cómo deberían ser cementados los endopostes preformados (para ese entonces eran de acero), empleando los cementos convencionales que para esa época se estudiaban. Fueron Standle et.al., quienes por su investigación concluyeron que el cemento de fosfato de zinc otorgaba mejor retención que el cemento de policarboxilato de zinc.






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