En el año 1930 comienzan a tener importancia las alteraciones de la articulación temporo-mandibular (ATM) en el ámbito sanitario y, la gran controversia planteada sobre el tema, dio lugar a la definición en 1934, del denominado síndrome de Costen.
El síndrome de Costen o temporomandibular disorder (TMD) es una patología relacionada con la alteración de la función de la ATM, así como con la presencia de algún tipo de patología en los músculos masticatorios, encargados del movimiento de la ATM.
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Más tarde, cobra importancia el término, acuñado por Bell, de trastornos temporomadibulares (TTM) para referirse a todas las alteraciones producidas en las regiones circundantes a la ATM, generalmente provocadas por patología articular y/o tensiones musculares indebidas.
Desde 1982, la Asociación Dental Americana utiliza el término TTM para referirse a cualquier alteración en la función del sistema masticatorio. Estas alteraciones tienen en común su sintomatología. Los pacientes presentan ruidos articulares, bloqueos en el rango articular, rigidez e, incluso, muchas veces van acompañados de dolor.