Actualmente, la comunidad de investigación se centra en mejorar los resultados de implantes a corto y largo plazo.
Estos esfuerzos se han materializado en dos tendencias que persiguen dos objetivos: comprender mejor las interacciones entre el tejido vivo y el implante y la de desarrollar nuevos materiales y superficies con mejores propiedades biológicas y rendimiento del servicio.
Estas dos tendencias que se resumen en la mejora de la osteointegración y la lucha contra la periimplantitis, son las siguientes (Barrias 2004, Nakanishi 2001):
• Materiales biofuncionales que cuentan con motivos biológicos,
tales como péptidos, proteínas, polímeros y polisacáridos,
para mejorar la respuesta celular al material del
implante (Immamura 2007).
• Materiales antibacterianos que evitan u obstaculizan el crecimiento
bacteriano y la infección del entorno del implante
(Ekblab 2010, Pegueroles 2010).
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