Estudios realizados con pH salival humano muestran que los sujetos que comen tres veces al día tienen periodos de desmineralización contrarrestados por periodos de remineralización.
Sin embargo, si los periodos de ingesta (comida y snacks) son frecuentes, se incrementan los periodos de desmineralización y disminuyen críticamente los periodos de remineralización impidiendo que el diente se recupere después de los ataques ácidos que se dan tras la ingesta de alimentos, facilitando la desestructuración del esmalte y favoreciendo la aparición de caries dental.
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La CPI representa el patrón de caries más agresivo, destructivo y con las peores secuelas en la dentición temporal y cuyo pico más elevado ocurre entre los 13 y los
24 meses. La transmisión bacteriana temprana, los hábitos y la ingesta frecuente de carbohidratos juegan un papel clave.
La lesión de “mancha blanca” es el primer indicio clínico del desequilibrio en la superficie del esmalte. Estas lesiones siguen la forma del margen gingival
de los incisivos superiores, en forma de “media luna” o semicircular. Las lesiones aparecen siguiendo el patrón eruptivo.
TÉCNICA LEL (Levantar el labio): Levantar el labio superior del bebé una vez al mes, por lo menos, para buscar signos iniciales de CPI. Si observa que el bebé presenta
alguna pigmentación o "mancha blanca" en la parte externa de los dientes, consultar inmediatamente con un odontopediatra para que detenga el proceso infeccioso y para que indique cómo revertir los factores de riesgo que ocasionaron la enfermedad.
Las caries en sus etapas iniciales pueden ser detenidas; sin embargo si progresa hacia la dentina y pulpa (nervio) deben ser abordadas para evitar dolor, infecciones bucales y faciales, etc..