Los AINEs son uno de los tratamientos más comunes en pacientes con DTM, principalmente debido a su capacidad para reducir tanto el dolor como la inflamación en la articulación temporomandibular y los músculos masticatorios.
Entre los fármacos más utilizados se encuentran el ibuprofeno y el naproxeno, que son especialmente eficaces en la reducción del dolor articular y muscular relacionado con el DTM.
Mecanismo de acción
Los AINEs inhiben la acción de las ciclooxigenasas (COX-1 y COX-2), enzimas que juegan un papel clave en la síntesis de prostaglandinas, mediadores inflamatorios que causan dolor y aumentan la respuesta inflamatoria.
Al inhibir estas enzimas, los AINEs reducen la inflamación y el dolor en la zona afectada.
Estudios comparativos
Un estudio reciente mostró que el naproxeno fue más efectivo que el celecoxib (otro AINE que inhibe selectivamente la COX-2) en la reducción del dolor orofacial relacionado con los DTM
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El naproxeno, administrado en dosis de 500 mg dos veces al día, demostró ser superior en cuanto a la reducción del dolor en comparación con el celecoxib (100 mg dos veces al día) en ensayos controlados aleatorios, sugiriendo que los AINEs tradicionales aún tienen un papel importante en el tratamiento de los DTM a pesar del desarrollo de AINEs más nuevos.
Duración del tratamiento y efectos secundarios
Los AINEs son generalmente indicados para el manejo del dolor a corto plazo. Sin embargo, el uso prolongado puede conllevar riesgos, como problemas gastrointestinales (úlceras, sangrado), problemas renales y cardiovasculares.
Por este motivo, es recomendable utilizar la dosis más baja eficaz y durante el menor tiempo posible. Se suele combinar con protectores gástricos como los inhibidores de la bomba de protones si el paciente requiere un tratamiento prolongado.
Eficacia
Un metanálisis que incluyó ensayos clínicos hasta 2023, mostró que los pacientes tratados con AINEs experimentaron mejoras significativas en la escala visual analógica (VAS) de dolor en comparación con los que recibieron placebo.
Este tipo de fármaco también ha demostrado ser efectivo en la mejora de la función articular y en la reducción de la rigidez muscular, mejorando así la calidad de vida de los pacientes con DTM.
Este enfoque farmacológico se suele complementar con terapias físicas, cambios en el estilo de vida, y en algunos casos, con el uso de dispositivos intraorales para optimizar los resultados del tratamiento en el manejo del dolor y la inflamación relacionados con los DTM.
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