POSICIONES MANDIBULARES: Posición de Máxima Intercuspidación (PMI)


La Posición de Máxima Intercuspidación (PMI) s
e define como aquella posición mandibular lograda cuando los dientes se encuentran completamente interdigitados, logrando que exista el mayor número de contactos oclusales, estando definida por lo tanto, por el determinante anatómico dentario.


Algunos autores también la denominan como “oclusión céntrica”. Es importante el análisis de los contactos oclusales que se presentan al momento de realizar esta posición, los cuales son dependientes de la presencia, forma y posición de los dientes, además, pueden verse alterados por algunos cambios producidos a lo largo de la vida de los individuos, tales como, pérdida de dientes, desgastes oclusales, movimientos dentarios y distintos tipos de tratamientos odontológicos, sin embargo, existen contactos de referencia que se han estudiado en sujetos con oclusión normal, demostrándose que la mayoría de estos se ubican a nivel de los primeros molares inferiores y superiores.


Es sabido que la posición de la cabeza altera la vía muscular de cierre para llegar a PMI, modificando el contacto dentario inicial, sin embargo, se ha demostrado que la posición de la cabeza no altera el la relación de contacto en máxima intercuspidación, ya que esta es dependiente de las estructuras dentarias, y no de la musculatura, por lo que los dientes son los encargados de guiar la mandíbula hasta llegar a PMI, permaneciendo esta sin cambios al encontrarse la cabeza y el cuerpo en distintas posiciones. 

Esta posición se utiliza como referencia para la realización de cualquier tipo de tratamiento restaurador, considerando su adecuada reproducibilidad y sencilla ejecución, antes de la planificación de cualquier tratamiento es necesario realizar un correcto diagnóstico oclusal, siendo de gran importancia el estudio de la naturaleza de los contactos oclusales producidos en PMI, de tal manera que el objetivo terapéutico se base en devolver la funcionalidad de la manera más compatible posible, asegurando el éxito del tratamiento.



Otro aspecto importante a considerar, es que esta posición ha demostrado no verse alterada con la inserción de planos de mordida, y ser una posición estable y de referencia óptima solo cuando los dientes posteriores están presentes, permitiendo una oclusión estable y reproducible, por lo que para su registro y reproducción o montaje en articulador en sujetos con oclusión estable, no es necesaria la utilización de algún tipo de dispositivo interoclusal, ya que solo basta con realizar una correcta relación de los modelos de yeso maxilar y mandibular. 

La posición de máxima intercuspidación determina la Dimensión Vertical Oclusal (DVO), que se define como la altura del tercio inferior de la cara cuando el sujeto se encuentra en esta posición. 

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Dentística