El objetivo de esta revisión es dar a conocer la evidencia científica actual sobre medidas efectivas en la prevención y tratamiento de esta patología en pacientes adultos.
La mucositis oral (MO) es la reacción secundaria aguda más frecuente en la cavidad oral y tracto gastrointestinal en pacientes oncológicos sometidos a quimioterapia o radioterapia de cabeza y cuello que incide negativamente en la calidad de vida del paciente.
Su tratamiento requiere de un manejo multidisciplinario con el objetivo de minimizar la incidencia y severidad de esta patología.
El desconocimiento parcial respecto de su etiopatogenia imposibilita la realización de protocolos para el manejo de esta complicación.
Si bien existe evidencia científica respecto a las alternativas de prevención y tratamiento, éstas dependen de la evaluación individual que haga el clínico con cada paciente.
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El cáncer es la principal causa de muerte en el mundo, responsable del 16 % del total de fallecidos a nivel mundial en el año 2016, proyectándose un aumento de 13,1 millones para el año 2030.
El cáncer de cabeza y cuello (CCC), corresponde al sexto tipo más común en la población mundial, representado al 3 % del cáncer en general (Araya, 2018).
En Chile la enfermedad de cáncer corresponde a la segunda causa de muerte en la población (Ministerio de Salud).
La región de cabeza y cuello presentan múltiples sitios anatómicos que se pueden ver afectados por la aparición de un tumor, entre estas se encuentra la cavidad oral, piso de la boca, encías, trígono retromolar y paladar duro (Araya).
La MO se manifiesta clínicamente en etapas iniciales como zonas eritematosas, en el caso de pacientes sometidos a tratamientos de QT, éstas se encuentran afectando principalmente a la mucosa queratinizada, como la mucosa oral y labial, piso de la cavidad oral, lengua y paladar blando.
Mientras que en pacientes tratados con RT, afectará principalmente las superficies mucosas expuestas en forma directa a la radiación de cabeza y cuello.
Las lesiones iniciales establecidas en ambos casos sufren una decoloración blanquecina debido a la falta de descamación de queratina, la cual posteriormente se desprende y es reemplazada por mucosa atrófica, edematosa, eritematosa y friable, la que finalmente progresa a múltiples erosiones y úlceras, de gran tamaño, poca profundidad, fondo necrótico y halos eritematoso en su periferia.
En el caso de los pacientes sometidos a QT, la duración y severidad de la MO estará determinada por el tipo de droga, dosis, vía y frecuencia de administración, apareciendo habitualmente 3 a 7 días después de iniciada la QT y prolongándose entre 2 a 3 semanas.