El Dr. Ogawa y sus colegas del equipo del Centro Weintraub de Biotecnología Reconstructiva identificaron un obstáculo clave en el avance de la ciencia de los implantes dentales como la capa de hidrocarburos que es depositada naturalmente en las superficies de los implantes, esta capa es conocida como película de titanio, que dificulta el proceso de integración.
Esto también se asocia con importantes complicaciones postoperatorias, como la periimplantitis que ocurre en el 35-40% de los pacientes.
En respuesta, el equipo desarrolló un método para eliminar estos hidrocarburos mediante luz ultravioleta, que tardó 48 horas en las primeras pruebas.
Los investigadores redujeron gradualmente los tiempos de tratamiento con luz ultravioleta a 12 minutos, pero realizar el procedimiento en el consultorio justo antes de la cirugía de implante solo fue factible con su avance en la eliminación de hidrocarburos en un minuto a fines de 2022.
El impacto de esta tecnología es profundo. Los implantes tratados con rayos ultravioleta exhiben casi un 100 % de integración ósea, lo que duplica su capacidad de anclaje y reduce la susceptibilidad bacteriana en un 60 % en comparación con los implantes de control no tratados.
Esto significa una curación más rápida, un menor riesgo de complicaciones y una mayor idoneidad para una mayor parte de la población de pacientes, incluidos los pacientes de edad avanzada, los fumadores y aquellos con diabetes y osteoporosis, entre otras afecciones.
"Hemos entrado en una nueva era en implantología dental", afirmó el Dr. Ogawa. "Esta tecnología UV no sólo mejora la eficacia de los implantes dentales sino que también mejora la calidad de vida de los pacientes. Las posibilidades son ilimitadas y estoy increíblemente entusiasmado con el impacto potencial en la salud bucal y general".
togawa@dentistry.ucla.edu
