IMPLANTOLOGÍA: Relleno del espacio periimplantario en implantes postextracción


Desde hace casi dos décadas existe evidencia clínica respecto a la colocación de implantes en alveolos de dientes recién extraídos.



Esta posibilidad se justificaba inicialmente basándose en series de casos y estudios comparativos que contrastaban la supervivencia de los implantes postextracción frente a los implantes tardíos (Ashman A., 1990; Block y Kent, 1991; Tolman y Keller, 1991; Yukna R.A., 1999; Becker y cols., 1994).

Sin embargo, en estos primeros estudios existía la duda de si era mejor colocar implantes con una conformación adaptada a la forma del defecto (Lundgren y cols., 1992; Kohal y cols., 1997) o si era mejor colocar implantes cilíndricos que dejaran un espacio entre las paredes del implante y las paredes del alveolo (Parr y cols., 1993; Barzilay y cols., 1996a, 1996b).


En estos últimos casos tampoco estaba claro si no era necesario rellenar el espacio entre el hueso y el implante (Rosenquist y Grenthe, 1996) o si debían realizarse técnicas de regeneración ósea guiada con injerto (Zitzmann y cols., 1997) o sin injerto añadido (Becker y cols, 1994; Parodi y cols., 1996) a fin de preservar al máximo el contorno de la cresta alveolar. Actualmente, atendiendo a las demandas de los pacientes que persiguen tratamientos más cortos y confortables, la colocación de implantes inmediatos supone una opción terapéutica de gran valor.

Sin embargo, un análisis en profundidad acerca de la evidencia disponible a este respecto deja ciertas dudas respecto a la predictabilidad de la técnica, especialmente a nivel estético. A través de esta revisión se repasarán aquellas cuestiones más relevantes en relación a la terapia con implantes inmediatos postextracción.




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