Sin embargo, estos sentimientos pueden sobrepasar el mundo laboral y afectar otros ámbitos de la vida, suponiendo un factor predisponente para la aparición de ansiedad, depresión, trastornos somáticos, divorcio, suicidio, abuso de alcohol y consumo de otras drogas.
Esta patología, aceptada en España por la INSS como accidente laboral y posible baja médica, afecta principalmente a aquellas profesiones obligadas a un contacto directo y constante con personas.
Por esta razón el personal sanitario es considerado de gran vulnerabilidad, constituyendo los odontólogos uno de los grupos de mayor riesgo.
Sin embargo, estos sentimientos pueden sobrepasar el mundo laboral y afectar otros ámbitos de la vida, suponiendo un factor predisponente para la aparición de ansiedad, depresión, trastornos somáticos, divorcio, suicidio, abuso de alcohol y consumo de otras drogas.
Estrés y Burnout se han considerado por mucho tiempo términos que hacen referencia al mismo fenómeno, existiendo una confusión conceptual.
Por un lado el estrés se describe como una “respuesta física y emocional nociva que ocurre cuando los requerimientos
del trabajo no son compatibles con las capacidades, los recursos o las necesidades de los trabajadores”; mientras que Burnout es básicamente un concepto que toma como base el hecho de que un síndrome es un conjunto de signos y síntomas (agotamiento, síntomas de ansiedad, depresión, desmotivación en el trabajo y agresividad hacia los demás), y aunque en el estrés hay también signos y síntomas, se considera que Burnout es un abordaje más completo del estrés crónico y se manifiesta como una consecuencia de este último.