La neuralgia del trigémino produce una gran limitación en la calidad de vida de los pacientes que sufren esta condición. Es necesario un adecuado conocimiento de sus características clínicas para diferenciarla de otras causas de dolor facial que son más frecuentes y evitar tratamientos innecesarios e irreversibles como las extracciones dentales.
El motivo de consulta de los pacientes con NT es dolor orofacial unilateral, aunque puede haber compromiso bilateral en algunos casos de NT secundaria, como en la EM, pero este no suele presentarse simultáneamente.
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Un adecuado interrogatorio y examen físico revela que el dolor no se extiende más allá del territorio inervado por el nervio trigémino y que es de carácter paroxístico, aunque en algunos casos puede presentarse de forma continua con exacerbaciones ocasionales.
El dolor se puede reproducir aplicando ciertos desencadenantes o con contracciones musculares enérgicas, las cuales ayudan a diferenciarlo de otras etiologías de dolor neuropático.
Para el diagnóstico de la NT es necesario caracterizar de forma adecuada el dolor. Algunas descripciones son muy sugestivas de NT, por ejemplo: “siento como si me chuzaran con un picahielo”, “un choque eléctrico de 300 voltios”, “una puñalada con un cuchillo caliente”, “como si me explotara un rayo en la cara”.
El dolor de la NT tiene una intensidad que suele ser de moderada a severa, una duración corta de no más de dos minutos, seguido de un periodo refractario que dura segundos a minutos y durante el cual no se puede provocar otro segundo paroxismo de dolor.
Los ataques pueden ser tan impactantes para los pacientes que una gran parte de ellos es capaz de recordar el primer episodio de una forma muy vívida.
Una vez han presentado el primer episodio, la mitad de los pacientes no vuelve a presentar dolor en los próximos seis meses, el 65% de los pacientes diagnosticados tendrán un nuevo episodio en los próximos cinco años y el 77% en los siguientes 10 años.
El número de episodios puede ir de tres o cuatro al día hasta 70 al día. A medida que se presentan más ataques y que pasa el tiempo, los ataques de dolor se hacen más largos y puede ser difícil diferenciar entre varios ataques de dolor.
