En la presente investigación se busca detallar en qué casos podemos utilizar y cuál es la eficacia de una regeneración periodontal a través de una cirugía mínimamente invasiva (MIST), para tratar defectos óseos verticales.
Los procedimientos quirúrgicos para tratar la enfermedad periodontal han sido descritos desde hace mucho tiempo, las primeras técnicas descritas se basaban en realizar colgajos muy cruentos para acceder a los defectos y tratar la enfermedad con el raspado y alisado radicular.
Estas técnicas obtenían resultados adecuados, pero no tomaban en cuenta el trauma quirúrgico resultante para el paciente.
La idea de una Cirugía de mínima invasión (MIS) se introdujo por primera vez en procedimientos quirúrgicos periodontales en 1995. MIS hace referencia a procedimientos mínimos que deben ser realizados con ayuda de magnificación como microscopios quirúrgicos o lupas de aumento dentales en conjunto con instrumentos microquirúrgicos y una adecuada iluminación (tríada de microcirugía).
En 2007 Cortellini y Tonetti describen por primera vez la técnica quirúrgica mínimamente invasiva (MIST), para tratar defectos óseos interproximales aislados, el objetivo de la técnica es
conseguir un menor trauma postoperatorio para el paciente en comparación a un tratamiento periodontal más invasivo.
El tiempo quirúrgico puede ser mayor, pero la recuperación posquirúrgica suele ser más rápida, causando menor dolor, menos trauma en los tejidos, y también reduciendo al mínimo las posibles complicaciones.
En 2009 presentan un modificación a esta técnica (M-MIST) para lograr acceder al defecto mediante un pequeño colgajo por bucal en los casos en que este no se extienda hacia el lado palatino.
Gracias a la innovación y el avance de la tecnología quirúrgica se ha llegado al concepto de que la cirugía para tratamientos periodontales se puede realizar con una manipulación y un abordaje mínimos de los tejidos.
Por lo tanto, se introduce el concepto de "odontología mínimamente invasiva", y el objetivo principal es obtener resultados de tratamiento satisfactorios con un trauma mínimo durante y después del procedimiento.
En el contexto del tratamiento de la periodontitis, este enfoque incluye el uso de incisiones conservadoras que preservan la mayor cantidad de tejido blando posible, evitando las incisiones continuas y extensas junto con los beneficios que esto conlleva.
Los principios básicos para realizar una técnica microquirúrgica incluyen la mejora de las habilidades motoras del operador con ayuda de magnificación y adecuada iluminación, estos principios forman parte de la tríada de microcirugía.