PDF: Manejo del dolor en Odontopediatría


El dolor es considerado como una experiencia emocional y sensorial desagradable asociado a una lesión tisular y se presenta con manifestaciones visibles o audibles de la conducta.
 


Se produce a través de un mecanismo complejo determinado por dos componentes: 

a) sensorial (nocicepción), referido a la percepción y la detección de estímulos nocivos, que incluyen la intensidad, localización, duración, temporalidad y calidad de dolor; 

b) afectivo-emocional, que es la relación entre el dolor y estado de ánimo, la atención y el aprendizaje. 


De igual manera, está asociado a diferentes factores, donde destacan los culturales-ambientales, genéticos y emocionales. 

El manejo del dolor en odontopediatría es de suma importancia debido al impacto y la compleja dinámica de sufrimiento en niños y adolescentes, que implica una disminución en la calidad de vida. 

Diferentes factores deben ser considerados, etiología, intensidad, duración, variables individuales, entre otros. 

Se experimenta más dolor cuando la situación odontológica se asocia a miedo o ansiedad, ya que es una experiencia sensorial y emocional, por lo cual se debe manejar cumpliendo con los principios bioéticos, para aliviar el sufrimiento de los pacientes. 


Valoración del dolor

La valoración objetiva del dolor en pediatría es un reto, dada la capacidad limitada de comunicación de los pacientes y la similitud en la forma de expresar el dolor y la ansiedad. 

Una valoración precisa del dolor es un proceso complejo y existen varios factores que debemos tener en cuenta como son la edad del paciente, su desarrollo neurológico, las diferencias individuales en la percepción del dolor y a la hora de expresarlo, el contexto de la situación dolorosa y las experiencias previas del niño. 


Existen diferentes métodos para valoración del dolor: fisiológicos (miden las respuestas del organismo ante el dolor: cambios de frecuencia cardíaca, presión arterial hormonas de estrés, acidosis láctica), conductuales (valoran como se comporta el niño ante el dolor) y autovalorativos (también llamados subjetivos o psicológicos). 

Dada la naturaleza subjetiva del dolor, la autoevaluación se considera el “gold standard”. 

Métodos Conductuales: Escala FLACC (face, legs, activity, cry, consolability), Neonatal Infant Pain Scale (NIPS), Pediatric Objective Pain Scale. 

Se utilizan en niños en etapa pre-verbal (<3-4 años). También en pacientes no colaboradores. 

Es útil que los padres ayuden a la valoración conductual (principalmente en niños con trastornos cognitivos.

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