Este examen consiste en transmitir un estímulo eléctrico de pequeña intensidad a la pieza dentaria. El tipo de electricidad es continua y se suministra a través de aparatos especiales vitalómetro o pulpómetros.
Los vitalómetros pueden ser eléctricos o accionados a batería.
Los aparatos eléctricos presentan un cuerpo central, provisto de una escala con un botón que marca la cantidad de corriente que se desea transmitir, asimismo dos electrodos, uno manual que el paciente sujeta firmemente en la palma de la mano y otro dentario (pulpótomo
o vitalómetro de Burton).
Los segundos requieren de baterías recambiables o recargables eléctricamente, según el modelo.
Procedimiento
• Aislamiento relativo del área con rollos de algodón.
• Secar la superficie dentaria, de preferencia la cara vestibular, del diente a examinar.
• Verificar que el aparato esté operativo y asegurarse que la escala que muestra la intensidad del paso de la corriente se encuentre marcando 0. En algunos aparatos esto es automático.
• Humedecer la punta del electrodo dentario en una solución salina o recubrirla con una pequeña cantidad de pasta dentífrica, con la finalidad de facilitar el paso de la corriente.
• Aplicar el electrodo sobre una superficie dentaria sana, de ninguna manera sobre una obturación metálica que facilitaría el paso de la corriente, o sobre una obturación sintética o cemento que actuarían como aislantes dificultando el paso del estímulo eléctrico.
• Accionar el botón que permite el paso de la corriente y observar el registro en la pantalla.
• Liberar el botón, deteniendo la transmisión de energía tan pronto el paciente experimente una pequeña sensibilidad o “cosquilleo” en el diente, anotándose el registro alcanzado. Es conveniente repetir la prueba dos o tres veces.
• Dejar la escala del vitalómetro o pulpómerto en 0.
Interpretación
En términos generales, la información que podemos lograr se limitaría a indicarnos si la pulpa dentaria se encuentra en un estado vital o no vital.
No estaremos en capacidad de diagnosticar un estado incipiente de inflamación pulpar, una necrosis parcial o una pulpitis abscedosa, etc.
Contraindicaciones en las pruebas eléctricas
• Los dientes permanentes jóvenes pueden dar respuestas erráticas
• La pulpa puede responder diferente de acuerdo con el estado emocional del paciente. Puede haber variación también cuando el paciente está administrándose sedantes, antidepresivos o analgésicos.
• En dientes multirradiculares, puede haber dos conductos sin pulpa y otro con pulpa vital, lo cual daría una respuesta positiva con el probador.
• Los dientes con capas gruesas de dentina secundaria o reparativa pueden bloquear los impulsos y suministrar respuestas negativas falsas.
• Inmediatamente después de un traumatismo agudo, un diente puede no registrar respuesta eléctrica y posteriormente cambiar a una respuesta positiva. Lo mismo puede suceder después de un tratamiento ortodóncico reciente. Esto se debe a un daño neuronal sin daño vascular concomitante.
• Los dientes inmaduros frecuentemente dan una respuesta negativa o tardía al estímulo eléctrico.
• En pacientes con marcapasos, el uso de vitalómetros puede afectar su funcionamiento.