La anatomía interna dental es muy basta y compleja. Factores como el envejecimiento fisiológico, la patología y la oclusión modifican sus dimensiones a través de la producción de dentina secundaria, terciaria y de cemento.
El sistema de conductos radiculares está dividido en dos porciones: la cámara pulpar, localizada en la corona anatómica del diente, y el conducto (o conductos) radiculares, localizado en la raíz. Dentro del espacio radicular encontramos conductos principales, accesorios, laterales y de furcación; deltas apicales, y forámenes apicales.
Desde Hess & Zurcher (1925), pasando por Pucci F, Reig R. (1945), han surgido numerosos estudios que intentan describir la anatomía interna.
Existen diferencias significativas en sus resultados debido a las marcadas variaciones anatómicas posibles, y a las dificultades que presenta el estudio de la misma.
Weine clasificó los sistemas de conductos radiculares en cuatro tipos básicos, mientras que Vertucci en una de sus publicaciones, analiza 2400 dientes y describe ocho variables anatómicas o configuraciones que pueden presentar los conductos radiculares.
ENDODONCIA: Protocolo de irrigación actual (2022)
Clasificación de Vertucci
A: Un conducto en el ápice:
Tipo I: un conducto único se extiende desde la cámara pulpar hasta el ápice.
Tipo II: dos conductos separados salen de la cámara pulpar y se unen cerca del ápice para formar un conducto.
Tipo III: un conducto sale de la cámara pulpar y se divide en dos en la raíz; los dos conductos se funden después para salir como uno solo.
B: Dos conductos en el ápice:
Tipo IV: dos conductos distintos y separados se extienden desde la cámara pulpar hasta el ápice.
Tipo V: un conducto sale de la cámara pulpar y se divide cerca del ápice en dos conductos distintos, con forámenes apicales separados.
Tipo VI: dos conductos separados salen de la cámara pulpar, se funden en el cuerpo de la raíz y vuelven a dividirse cerca del ápice para salir como dos conductos distintos.
Tipo VII: un conducto sale de la cámara pulpar, se divide y después vuelve a unirse en el cuerpo de la raíz, y finalmente se divide otra vez en dos conductos distintos cerca del ápice.
C: Tres conductos en el ápice:
Tipo VIII: tres conductos distintos y separados se extienden desde la cámara pulpar hasta el ápice.
Con la aparición de la Tomografía Computada Cone-Beam (CBCT) se han realizado estudios que identifican nuevas variables anatómicas que no entran en ninguna de las clasificaciones antes descritas, por lo que surge, en 2015, una nueva clasificación propuesta por Versiani & Ordinola-Zapata.
En este estudio se describen hasta 37 tipos de configuraciones que puede adoptar el canal radicular.
El análisis realizado por Gu y col. con MicroCT de preparaciones de conductos con formas: ovaladas, aplanados, irregulares e istmos, ha demostrado la presencia de zonas no preparadas o nichos, que pueden albergar restos de tejido necrótico y biofilm, independientemente del instrumental utilizado.
REPORTE CLÍNICO: Endodoncia guiada Para el manejo de Canales Obliterados
La limpieza de estas zonas de difícil acceso puede verse aún más inaccesible por la compactación del detritus producto de la instrumentación, impidiendo que llegue la irrigación, neutralizando su eficacia.
Remover el tejido orgánico, el barrillo dentinario y el biofilm de las zonas a las que el instrumento no llega, sólo puede lograrse mediante la irrigación.
Una solución irrigante adecuada y protocolos de uso eficientes son necesarios para proporcionar penetrabilidad, microcirculación y flujo del irrigante a través de la intrincada anatomía del espacio pulpar, contrarrestando la falta de debridamiento generada por el instrumental actual.