En 2015, una historia dio la vuelta al mundo desde una clínica dental en Arizona: Kym Ackerman, de 32 años, acudió a una consulta rutinaria… y salió con algo más que un diagnóstico.
Durante una radiografía panorámica, el higienista notó una figura inusual en uno de sus molares.
Al observar con más atención, todos en la sala coincidieron: la silueta parecía la clásica imagen de Jesús.
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¿Casualidad? ¿Señal divina?
Para Kym, el hallazgo coincidió con un momento emocional intenso por la reciente pérdida de su madre, lo que hizo que interpretara la imagen como un mensaje espiritual.
Medios como ABC y HuffPost reportaron el suceso, que pronto se viralizó.
Para muchos fue un fenómeno curioso; para otros, una experiencia con significado profundo.
La ciencia lo llama pareidolia: el asombroso poder del cerebro para encontrar rostros en lugares insospechados.
Y tú… ¿qué verías si miraras con más atención tus radiografías?
