CASO CLÍNICO: Manejo quirúrgico de tumor mandibular asistido con la tecnología de impresión tridimensional


La necesidad de reconstrucción de defectos mandibulares ha sido un continuo desafío para los cirujanos de cabeza y cuello, plásticos y maxilofaciales.


Tumores benignos o malignos, osteomielitis, trauma, osteorradionecrosis son algunas anomalías que resultan en defectos de continuidad significantes en los huesos maxilares. Los objetivos de la reconstrucción son la devolución de la anatomía perdida y de la simetría facial, además de un apropiado resultado funcional que permita una adecuada rehabilitación dental.

Después de la resección mandibular, la reconstrucción será efectuada de manera inmediata o diferida como un segundo procedimiento de 3 a 6 meses después. Los procedimientos de reconstrucción más populares incluyen injertos óseos vascularizados y no vascularizados, distracción osteogénica y el uso de placas de titanio. 

El uso de placas de titanio para la reconstrucción de defectos de continuidad en la mandíbula es un gold standard en la práctica de la cirugía reconstructiva. 

Darles la forma a las placas de titanio, durante la cirugía, no es un procedimiento fácil; así entonces la preparación requiere un mayor tiempo quirúrgico, aumentando los costos de la intervención. 

El moldear la placa de reconstrucción sobre las superficies anatómicas es esencial para el éxito del procedimiento y la colocación futura del injerto óseo, con la idea de rehabilitar con implantes oseointegrados si se requiere.



La planificación preoperatoria en cirugía ablativa y reconstructiva ha evolucionado en los últimos 20 años con los avances de la imagenología médica. Sin embargo, las actuales modalidades radiológicas están limitadas a mostrar una imagen tridimensional (3D) en una superficie bidimensional, como lo es la pantalla del ordenador. 

Pero con los avances de la tecnología de prototipado rápido medico (PRM), ahora es posible obtener modelos anatómicos en escala 1:1 con la información de los estudios de imágenes convencionales, como son: la tomografía computada (TC), resonancia nuclear magnética y sonografía. 

Estos modelos anatómicos comenzaron a ser usados en medicina por Mankovichet al. a principios de los noventa para la reconstrucción de defectos craneofaciales. 

Existen diversas tecnologías para producir estos modelos: estereolitografía, sinterizado selectivo por láser, deposición por pulverización multifase e impresión 3D. 

La tecnología de impresión 3D permite generar objetos diseñados por ordenador mediante un mecanismo de modelado por deposición fundida en conjunto con un material termoplástico. 

Esta tecnología puede construir objetos en 3D de cualquier forma imaginable y las aplicaciones en medicina se están expandiendo rápidamente para revolucionar la planificación en el campo de la cirugía. 

Recientes reportes en la literatura han mostrado que estos modelos de PRM pueden ser usados en los periodos pre y perioperatorios para mejorar la predictibilidad de tratamientos reconstructivos maxilofaciales. 

Sus aplicaciones incluyen el diagnostico, la planificación del tratamiento y la educación del paciente en entender su anomalía. Adicionalmente, los modelos pueden ser usados para crear guías y moldes quirúrgicos. 

Uno fácilmente puede diseñar márgenes de resección, evaluar defectos óseos previo a un injerto e individualizar placas de titanio. 

El propósito de este reporte es introducir la tecnología de impresión 3D para la creación de modelos anatómicos en la planificación del tratamiento quirúrgico de tumores mandibulares.

Presentaremos un caso clínico en el cual estos modelos nos asistieron en el diseño de la resección mandibular por patología tumoral y posterior reconstrucción inmediata con placa de titanio e injerto óseo. 

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