La sedación consciente es una técnica no solo aplicada para pacientes pediátricos sino también para adultos y esto es determinado por fobia, ansiedad, discapacidad, estrés por la consulta odontológica y los diferentes tratamientos dentales.
Debemos tener claro que existen diferentes tipos de sedaciones, pero las más conocidas son la sedación inhalatoria y la sedación intravenosa.
Sedación inhalatoria lo puede realizar los especialistas en odontología que tenga conocimientos de la misma, la cual se hace mediante mezcla gaseosa de oxígeno (O2) y óxido nitroso (N2O), la misma que permite que el paciente se relaje y disminuya la sensibilidad sensorio motora, por lo tanto nos dará como resultado que el paciente sienta menos dolor en el tratamiento, pero adicionalmente debemos basarnos en los protocolos para las diferentes terapéuticas odontológicas y utilizar anestesia regional o local dependiendo el caso.
La sedación intravenosa debe ser realizada por un anestesiólogo por una base inminente y es que cualquier medicamento que se utilicen por esta vía pueden desencadenar entre sus efectos secundario nausea, vómito, cambios de presión, pero existe un efecto secundario más complicado aunque es muy raro del 1% al 4% debido a este tipo de sedación intravenosa y los distintos fármacos que se utilizan en la misma, como es la insuficiencia cardíaca (IC).
Y por lo cual para esta sedación intravenosa se necesita de anestesiólogo tanto por el conocimiento en reanimación cardiopulmonar (RCP) y su debida monitorización, como por el uso de diferentes medicamentos para revertir el efecto del fármaco utilizado.
Existen varios estudios en referencia a la sedación consciente entre ellos podemos hablar del estudio de Samir et al. determinando que el uso de O2 más N2O es una técnica para la sedación inhalatoria la cual es bien aceptada y la aplicación inhalatoria de manera lenta es lo más adecuado ya que permite realizar el tratamiento y no tener dificultades en la terapia dental como también lo menciona Guerrero et al.
