ODONTOPEDIATRÍA: Nivel de sedación usando midazolam por vía oral combinado con gelatina y jugo de durazno en sedación consciente


El estudio comparó el nivel de sedación usando midazolam por vía oral combinado con gelatina y jugo de durazno en sedación consciente. Los datos se obtuvieron de 10 niños preescolares con conducta negativa que iban a ser sometidos a sedación consciente.


Los términos “miedo”, “ansiedad” y “dolor” se han asociado siempre con la odontología. 

Debido a estas circunstancias, con el objeto de ofrecer al paciente pediátrico la máxima calidad, el odontólogo puede requerir un tratamiento que lo tranquilice y consiga, así, su cooperación. 


Ante este problema, una solución es la aplicación de técnicas farmacológicas para la disminución de la ansiedad, como lo es la sedación consciente. 

El midazolam es uno de los fármacos más utilizados para sedación en odontología pediátrica, cabe recalcar los diversos estudios que se han realizado de este fármaco para evaluar cuál podría ser la vía de administración más eficaz y que cause menos efectos adversos al niño. 

El midazolam es de acción corta, soluble en agua, tiene efectos ansiolítico, sedativo, hipnótico, anticonvulsivo, miorrelajante y amnésico. 


Se encuentra disponible en solución para administración intravenosa (IV), por vía oral (O), e intranasal (IN). La administración oral de midazolam ha sido considerada de interés. 

En estudios realizados en la población infantil, se ha concluido que la dosis oral efectiva para lograr una sedación ideal, es de 0.50 a 0.75 mg/ kg, como lo reporta Vidal donde confirma la excelente calidad sedante de estas dosis, a los 20 minutos posteriores de administrado el medicamento. 

En 1993, Karl y cols., compararon la aceptación y eficacia del midazolam en niños, administrado intranasal y por vía submucosa, y a pesar de haberse observado la misma eficacia por ambos sistemas, la administración intranasal fue la menos aceptada por la sensación “quemante” que produce el primer contacto con la mucosa nasal. 


En 1999, Fraone et al. evaluaron la conducta de 61 niños, con edades comprendidas entre los 24 y 58 meses de edad, tratados bajo sedación consciente. Encontrando que, el midazolam administrado por vía oral en dosis de 0,5 mg/kg de peso corporal, mejoraba la conducta en estos niños ansiosos frente al tratamiento dental. 

En 2005, Castro6 realizó una investigación, comparando la efectividad del midazolam administrado por vía oral en un grupo de niños preescolares, con la efectividad de la misma droga administrada intranasal a otro grupo de niños, llegando a la conclusión que ambas rutas de administración mostraron ser efectivas en cuanto a modificación de la conducta del niño y que los cambios fisiológicos producidos en los niños de ambos grupos se encontraron dentro de los límites normales. 

Por lo anterior, podemos deducir que la vía oral puede ser óptima para usar el midazolam pues muestra una buena efectividad en cuanto al manejo de conducta del niño, y se elimina esa sensación quemante que se produce al usar la vía intranasal. 


Se han utilizado varias sustancias como vehículo de administración vía oral, donde se disuelve el midazolam, esto para ocultar el mal sabor y conseguir aceptación por parte del niño. 

Se han utilizado jugo de manzana y naranja, refresco sabor cola, crema chantilly, gelatina de sabores y leche con chocolate, teniendo resultados óptimos. 

El objetivo de la presente investigación fue comparar el nivel de sedación usando midazolam por vía oral, combinado con gelatina y jugo de durazno en sedación consciente, valorando para ello grado de aceptación, periodo de latencia, las funciones vitales y el nivel de sedación que presentaron los niños preescolares entre 3 y 5 años que acudieron a la clínica de Postgrado de Odontopediatría de la Universidad Inca Garcilaso de la Vega en el mes de Junio del 2015. 

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