La alimentación en niños debe ser una alimentación balanceada, con un porcentaje muy bajo de azúcares y carbohidratos, con estos parámetros se contribuye a la disminución del riego a padecer enfermedades bucodentales.
Los alimentos tienen una alta influencia en la prevención de las enfermedades bucodentales, la frecuencia con la que ingieren y el tipo de alimento, afectan su salud general y la salud de sus dientes y encías.
Comer demasiados refrescos dulces, bebidas de frutas dulces y bocadillos desnutridos conlleva el riesgo de caries.
La caries es la enfermedad infantil crónica más común, que se puede prevenir, con una buena alimentación y buena higiene.
Existen alimentos necesarios para contribuir a la prevención de enfermedades bucodentales:
► Leche y sus derivados: Es una fuente muy importante que aporta con calcio, es un componente requerido para evitar el desgaste de los dientes y la reparación del esmalte.
Entre los lácteos hay que subrayar el queso, que ayuda a vigorizar la capacidad del diente, y el yogurt, que aporta fosfatos y caseína, lo que ayuda a la remineralización del diente.
► Frutas y verduras: Son especialmente recomendables las manzanas, las zanahorias y el apio, entre otras, pues tienen un ámbito higiene ya que producen un efecto barrido sobre la placa bacteriana, lo que colabora en la limpieza de los dientes y contribuye a que las encías no sean propensas a padecer signos de inflamación.
Por lo tanto, las frutas y verduras facilitan la anulación de la placa bacteriana y las impurezas que hayan podido quedarse adheridas a los dientes al respaldar la fabricación de saliva, la cual tiene un efecto antibacteriano en la cavidad bucal.
► Agua: Ayuda a estimular la producción de saliva, ya que el cuerpo ahorra agua y produce menos saliva cuando la hidratación es inadecuada.
Por ejemplo, las personas con boca seca tienen mayor riesgo de desarrollar caries, enfermedad periodontal, infecciones orales. Una recomendación general es beber de 1,5 a 2 litros de agua al día.
► Chicle sin azúcar y con xilitol: Estos productos favorecen la limpieza dental al estimular la producción de saliva en ausencia de una adecuada higiene dental después de comer.
El xilitol es un edulcorante natural extraído de los abedules que tiene importantes efectos anticariogénicos y bacteriostáticos, reduce las bacterias orales más asociadas con la caries y reduce la formación de placa.
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► Comida incolora: Se recomienda comer arroz blanco, carnes blancas y pescados porque carecen de pigmento y no manchan los dientes.
► Alimentos ricos en fibra: Los productos integrales o las legumbres promueven la producción de saliva a través de un mayor esfuerzo de masticación y, por lo tanto, la eliminación de la placa bacteriana.
► Frutos secos y semillas: Ricos en vitaminas y minerales, destacan el calcio (almendras, avellanas, pistachos) y el magnesio (pipas de girasol, semillas de sésamo, piñones).
Cuanto menos procesado esté, mejor, por que contribuyen a una alimentación saludable.
► Té: Aporta flúor que potencia el esmalte dental antibacteriano y polifenoles. El té verde es el más recomendado, pero también se recomienda el té negro y la kukicha, que son muy ricas en calcio.
El único inconveniente es que mancha fácilmente los dientes debido a los antioxidantes. Pero con una adecuada higiene bucodental diaria y una limpieza profesional regular, podemos disfrutarlos sin preocupaciones.
Se deben incluir todos estos alimentos y bebidas en la dieta diaria en cantidades suficientes.
Además, tener en cuenta que los alimentos que se toman como parte de una comida son menos dañinos que los alimentos que se toman entre comidas debido a la secreción de saliva. Los efectos de los ácidos que pueden dañar el esmalte dental y causar caries.
