Hay pocos estudios sobre el manejo farmacológico del dolor de las lesiones traumáticas dentoalveolares.
Sin embargo, se considera que las lesiones pueden causar desplazamientos de dientes, fracturas dentales y óseas, abrasiones, contusiones y laceraciones en la piel y mucosas, capaces de desencadenar dolor agudo que no debe ser descuidado.
Los analgésicos no opiáceos y fármacos anti-inflamatorios no esteroideos son muy adecuados para el tratamiento del dolor agudo de trauma.
Antibióticos
El uso de antibióticos en los dientes que han sufrido un trauma ha sido investigado principalmente para su uso en avulsiones y daños en dientes permanentes.
De acuerdo con las recomendaciones de la Amerian Academy of Pediatric Dentistry, los dientes permanentes avulsionados pueden requerir la aplicación local de antibióticos directamente sobre la superficie de la raíz de un diente con ápice abierto para inhibir la reabsorción externa y ayudar a la revascularización pulpar.
El uso de antibióticos como la penicilina V o la tetraciclina en niños cuyos dientes permanentes todavía están en formación, puede ser recomendada como tratamiento complementario para los dientes permanentes avulsionados con ápice abierto o cerrado, con la posibilidad de inducir inclusive revascularización de dientes lesionados no vitales, aunque con poca evidencia científica.
El uso de antibióticos sistémicos en pacientes que han sido sometidos a daño dental objetivando reparo pulpar y periodontal no tienen evidencia científica que sustenten su indicación.