El sulfato ferroso, comúnmente prescrito para tratar la anemia ferropénica, es uno de los medicamentos que con mayor frecuencia produce manchas dentales externas.
Estas manchas, conocidas como cromógenas, aparecen como líneas o parches de color marrón oscuro o negruzco, especialmente en la superficie lingual de los incisivos inferiores y en los molares.
¿Cómo se producen estas manchas?
La tinción ocurre por una reacción química entre el hierro del sulfato ferroso y los sulfuros presentes en la boca, producto del metabolismo bacteriano.
Esta interacción genera sulfuro de hierro, un compuesto de color negro que se adhiere fácilmente a la placa bacteriana y al biofilm dental.
Factores que favorecen su aparición:
✔ Uso prolongado de gotas o jarabes de sulfato ferroso, especialmente en niños.
✔ Higiene bucal deficiente, que permite la acumulación de placa.
✔ Saliva con bajo pH o con alto contenido de sulfuros.
✔Presencia de bacterias cromógenas en la microbiota oral.
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¿Cómo se eliminan?
Estas manchas no son caries ni comprometen directamente la salud dental, pero afectan la estética. El tratamiento es simple:
✔ Profilaxis profesional en el consultorio dental: limpieza mecánica con pastas abrasivas suaves.
✔ En casos persistentes, se puede indicar el uso de pastas dentales blanqueadoras suaves.
✔ No se recomienda el blanqueamiento químico en niños, a menos que sea estrictamente necesario.
¿Qué hacer en niños que toman sulfato ferroso?
✔ Administrar el medicamento con gotero directamente en la parte posterior de la boca, evitando el contacto con los dientes.
✔ Lavar los dientes o enjuagar la boca con agua después de cada dosis.
✔ Acudir a controles periódicos con el odontopediatra para limpieza y seguimiento.
Conclusión
Las manchas por sulfato ferroso son una manifestación frecuente, sobre todo en la infancia, y pueden prevenirse o manejarse fácilmente con orientación adecuada.
El trabajo conjunto entre médicos y odontólogos es clave para preservar tanto la salud general como la estética dental del paciente.
